Como cada año, el 21 de septiembre en las puertas del otoño, recordamos un día especial para todos aquellos que dejan de recordar quiénes fueron y qué hicieron. La llamada epidemia del siglo XXI el Alzheimer, una enfermedad que roba los recuerdos, la memoria y la identidad de quién las sufren. Día a día, en nuestro trabajo vivimos esta realidad y nos enfrentamos a diario al sufrimiento, ansiedad y miedo que la enfermedad produce a las personas y a sus familiares. Cada día acariciamos, bendecimos y amamos a aquello que ahora son, nos reímos, disfrutamos y jugamos con lo que tenemos en el aquí y ahora. Compartimos alegrías y penas, tristezas y esperanzas, porque en todos los corazones, recuerden o no su biografía, se alberga la bondad, la gratitud y la alegría por la vida. Deseo y espero que haya un día que se encuentre un remedio para evitar este largo y tedioso sufrimiento del Alzheimer, mientras seguiremos trabajando y ...