La enfermedad de Alzheimer va menguando con las capacidades de la persona y muchas veces incapaz de controlar la pérdida se siente furioso y con rabia. La rabia resulta de la no consciencia del poder personal, nos sentimos frustrados de no haber logrado realizar lo que deseamos, y en caso de las personas enfermas de Alzheimer de no poder transmitir con claridad lo que necesitan, lo que les está ocurriendo. Se siente impotentes y si no disponen de un ambiente que pueda gestionar esta rabia desde la creatividad y la estimulación, el poder personal de la persona decae. La persona empieza a pensar cada vez más que no puede y va creciendo su enfado, proyectando su frustración en el otro, en muchos casos en las personas más cercanas, sus cuidadores. Lo atacan, les dicen que son ellos, que han suplantado a su marido a su hija,... y los rechazan con mucho resentimiento. La rabia y Flores de Bach Podemos encontrar que l a r abia la exp...