La Generalitat de Catalunya informa el 31/07/2013 que las prestaciones económicas para ayudar a pagar las residencias geriátricas en Catalunya no se podrán tramitar ni en agosto ni en septiembre y a las familias que las estaban cobrando estos meses no los van a pagar. Cómo argumento alegan que el Gobierno español les debe dinero y no pueden asumir los gastos de la Ley de dependencia. El año pasado, la Generalitat de Catalunya no pago la parte concertada con las residencias geriátricas el mes de julio, esta deuda aún sigue sin saldarse, durante este año las prestaciones económicas han sido recortadas y las aportaciones económicas de los residentes augmentadas. Como vemos, un reflejo más de nuestro gobierno que recorta en servicios sociales a las personas mayores y con dependencia funcional.¿Qué podemos esperar de un gobierno que crea más desigualdad entre la población, que deja de invertir en educación, deja de invertir en investigación, graba los impuestos a quien menos tiene, baja los sueldos y se torea todos los convenios de trabajo firmados? Un gobierno que crea cada día más pobreza y más miedo, donde sus jóvenes y profesionales formados deben emigrar a otros países para trabajar.
¿Qué pasará en octubre? ¿se podrán volver a tramitar estas ayudas tan necesarias para la población que menos capacidad económica tiene? Las voces de todas estas personas están apagadas, ya que ellos no pueden expresar sus necesidades. Desde mi punto de vista como trabajadora social creo que es una gran injustica que los más necesitados y enfermos sean los más perjudicados en esta crisis, que si volvemos la vista atrás se ha generado por una especulación en la vivienda (derecho constitucional), y en un derroche de las administraciones que han llevado al país al límite.
¿Qué podemos hacer para hacernos escuchar y cambiar a una sociedad más justa, donde no prive solo el rendimiento ecónomico a corto plazo, sino que halla una visión más amplia y a largo plazo?
La pregunta resulta díficil de contestar, pero creo que ha llegado el momento que todos hagamos algo (por muy insignificante que parezca) para que sea posible.
A título personal denunciaré esta situación al Síndic de Greuges, al Colegio profesional de Trabajadores Sociales, a las patronales, a las asociaciones de enfermos de Alzheimer y a todos aquellos que quieran escuchuar que está ocurriendo y que podemos hacer para que nuestros mayores sigan teniendo voz en nuestra sociedad.
¿Qué pasará en octubre? ¿se podrán volver a tramitar estas ayudas tan necesarias para la población que menos capacidad económica tiene? Las voces de todas estas personas están apagadas, ya que ellos no pueden expresar sus necesidades. Desde mi punto de vista como trabajadora social creo que es una gran injustica que los más necesitados y enfermos sean los más perjudicados en esta crisis, que si volvemos la vista atrás se ha generado por una especulación en la vivienda (derecho constitucional), y en un derroche de las administraciones que han llevado al país al límite.
¿Qué podemos hacer para hacernos escuchar y cambiar a una sociedad más justa, donde no prive solo el rendimiento ecónomico a corto plazo, sino que halla una visión más amplia y a largo plazo?
La pregunta resulta díficil de contestar, pero creo que ha llegado el momento que todos hagamos algo (por muy insignificante que parezca) para que sea posible.
A título personal denunciaré esta situación al Síndic de Greuges, al Colegio profesional de Trabajadores Sociales, a las patronales, a las asociaciones de enfermos de Alzheimer y a todos aquellos que quieran escuchuar que está ocurriendo y que podemos hacer para que nuestros mayores sigan teniendo voz en nuestra sociedad.
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